Liceo Bicentenario San José de San Javier
OBJETIVO
El objetivo de esta práctica es crear una cultura escolar ligada al ámbito disciplinario, que permita optimizar los tiempos para favorecer el desarrollo de los aprendizajes de los estudiantes. Para esto, es importante desarrollar este concepto tanto en los alumnos como en los docentes, logrando de esta forma mantener un ambiente apropiado para la enseñanza, adquisición de habilidades y cumplimiento de objetivos.
DESCRIPCIÓN
La práctica consiste en la implementación y ejecución de técnicas que permiten aprovechar el tiempo de manera productiva dentro del aula, entre las cuales encontramos: rutina de entrada, transiciones eficientes y señales desde el asiento. Todas estas permiten que los estudiantes realicen acciones de manera rápida, eficiente y grupal.
Para lograr esto, en una primera instancia, se realizó una capacitación brindada por APTUS con el objetivo de conocer más sobre como implementar las acciones necesarias para las salas de clases. Posteriormente, se desarrollaron las ideas trabajadas en consejos de profesores con la finalidad de decidir cómo y cuándo se iban a desarrollar. Finalmente, se llevó a la práctica a las salas de clases.
Esta dinámica es relevante debido a que tiene un efecto en la cultura escolar del establecimiento, siendo los estudiantes y el profesorado quienes se involucran con técnicas y homogenización de conductas transversales, las cuales permiten utilizar de mejor manera el tiempo de cada clase en todos los cursos del liceo. Además, esta práctica logro ser sistematizada debido a que todos los docentes implementan en sus clases las acciones correspondientes, generando que los estudiantes las consideraran como reglas dentro de sus rutinas. De esta manera, en las clases se aprovechan de forma adecuada los tiempos de aprendizaje, evitando la pérdida de minutos que puedan perjudicar la adquisición de conocimientos y habilidades.
Los responsables del diseño y ejecución de esta práctica son el equipo directivo y los docentes del Colegio Bicentenario.
IMPACTO
Esta práctica beneficia tanto a docentes como a estudiantes. Por una parte, optimizando el tiempo de la ejecución de la clase preparada por el docente y, por otra, logrando el aprendizaje efectivo de los alumnos. Además, mejora el ambiente de la clase de forma significativa, puesto que entrega un orden a la secuencia de las actividades.
El impacto de la implementación de estas estrategias se aprecia en el mejoramiento de las relaciones humanas, la participación masiva y aleatoria en clases y también en la minimización de las interrupciones, lo que ha fortalecido el ambiente del aula en el establecimiento. Además, a través de esta práctica, se logra desarrollar valores de los estudiantes, al trabajar en base al respeto y la tolerancia.
TESTIMONIO
“Al inicio, el generar rutinas entre los estudiantes fue una tarea ardua, pero muy interesante. Ellos siempre estaban recordándose las acciones que debían realizar, por ejemplo, si algún niño o niña no acataba el silencio en la clase, ellos mismos se encargaban de hacerlo notar a partir del gesto enseñado. A medida que avanzaba el tiempo, estas prácticas fueron formando parte de nuestro día a día. En los recreos, reuniones y consejos de profesores comentábamos cómo lo habíamos implementado en nuestros cursos y algunas anécdotas en cuanto a la ejecución en la sala de clases. Siento que logramos fortalecer la cultura escolar y que fue un gran éxito.” (Macarena Guzmán Tabilo – Docente)
Noticia extraída desde sitio web Liceos Bicentenario Mineduc – Año 2021